Un grupo de jóvenes quema contenedores y provoca el corte de varias calles del centro de Santiago de Compostela. Varios de los participantes portaban banderas independentistas de Galicia y llevaban la cara tapada.
Al parecer estos jóvenes procedían de una concentración en la Plaza de Cervantes que reclamaba la libertad del detenido en Ames.
Varios encapuchados introdujeron artefactos incendiaron al menos cuatro contenedores de basura y lanzaron piedras contra los escaparates de una oficina bancaria y de un supermercado. Los incidentes tuvieron lugar en el entorno de la plaza de Galicia.
El SUP denunció días más tarde que esa noche un grupo de violentos atacó un coche patrulla y puso en riesgo a los dos policías que iban en su interior, que tuvieron que huir.
Al día siguiente, al término de la reunión del Gobierno gallego, el presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo, admitió sentir "preocupación" por el hecho de que Galicia transmita "la imagen de los fanáticos y de los intolerantes" que "no tienen nada que ver" con su sociedad. "Estamos preocupados por que una inmensa minoría perjudique la imagen de la Galicia dialogante y capaz", ha constatado.
También pidió el "pronunciamiento unánime" de los grupos parlamentarios demandando la "erradicación de estos grupos de fanáticos".
A renglón seguido, denunció que, precisamente, estos "grupos de fanáticos" están intentando "destruir la convivencia" en Galicia y puso como ejemplo los disturbios registrados en la capital gallega.
"No tienen cabida de ningún tipo actos fanáticos y fascistas en Galicia. Ni el Gobierno gallego ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado van a aceptar este tipo de comportamientos", advirtió, antes de volver a pedir que "todos" los grupos de la Cámara se expresen "con contundencia" para que no haya "ninguna duda" de que "el vandalismo y el fascismo no tienen cabida en la Galicia actual".
Al día siguiente, al término de la reunión del Gobierno gallego, el presidente de la Xunta, Alberto Nuñez Feijóo, admitió sentir "preocupación" por el hecho de que Galicia transmita "la imagen de los fanáticos y de los intolerantes" que "no tienen nada que ver" con su sociedad. "Estamos preocupados por que una inmensa minoría perjudique la imagen de la Galicia dialogante y capaz", ha constatado.
También pidió el "pronunciamiento unánime" de los grupos parlamentarios demandando la "erradicación de estos grupos de fanáticos".
A renglón seguido, denunció que, precisamente, estos "grupos de fanáticos" están intentando "destruir la convivencia" en Galicia y puso como ejemplo los disturbios registrados en la capital gallega.
"No tienen cabida de ningún tipo actos fanáticos y fascistas en Galicia. Ni el Gobierno gallego ni las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado van a aceptar este tipo de comportamientos", advirtió, antes de volver a pedir que "todos" los grupos de la Cámara se expresen "con contundencia" para que no haya "ninguna duda" de que "el vandalismo y el fascismo no tienen cabida en la Galicia actual".
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